Muchas personas suelen bromear con respecto a no revisar sus cuentas bancarias por miedo a saber cuánto dinero les queda. Suena como una simple broma, pero está relacionada a un serio problema: la falta de educación financiera.
Cuando llegan las quincenas, los comercios se llenan más porque hay gente esperando su salario para poder gastarlo cuanto antes; esperan a la siguiente, y así sucesivamente. Esta no es una buena práctica, ya que puede desencadenar múltiples problemas; ya sean préstamos para cubrir gastos recurrentes y compras innecesarias, o quedarnos sin dinero ante una emergencia
Para evitar estas situaciones podemos recurrir a un planeamiento de nuestras finanzas. Puede ir desde apuntes simples en un papel, hasta una hoja de cálculo detallada. Para realizarlo, debemos empezar definiendo todos nuestros ingresos mensuales, y sumarlos. A esto, debemos restarle todos nuestros gastos recurrentes y así obtener cuánto dinero nos queda libre mensualmente para gastar en cosas distintas a nuestras obligaciones.
Para llevar un mejor control, es recomendable llevar un registro de todos los movimientos monetarios que se hacen día a día, para así entender en qué y cómo gastamos. Para esto existen un sin fin de aplicaciones telefónicas que nos ayudan en esta tarea. Algunas de ellas son “Gastos diarios: Finanzas”, “Control de gastos y dinero”, “Control de Gastos”, entre otras.
Tener esta práctica nos permite visualizar cuáles gastos “innecesarios” realizamos mes a mes. Con esto, incluso es posible eliminarlos para empezar a dedicar partidas exclusivas a ahorros, estudios u otras actividades de interés para propiciar las inversiones y crecimiento personal.
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